El pasado viernes 3 de Noviembre, en la edición digital del periódico “El Mundo” aparecía una noticia que comenzaba así:

La profecía más grande del deporte

  • Los Astros, una de las peores franquicias de siempre, ganan la Serie Mundial gracias a un complejo sistema de ‘Big Data’.
  • Un consultor y un crupier ex investigador de la NASA triunfan con su método estadístico.

Esta historia podría ser una más. El clásico relato de superación. Un equipo, en este caso de béisbol, que pasa de ser un desastre absoluto -para ser exactos, el peor de los últimos 40 años- a convertirse en el mejor. Hablamos de los Astros de Houston, campeones de la Serie Mundial por primera vez en su historia tras vencer en el séptimo partido (1-5) a los Dodgers de Los Ángeles.

El relato podría formar parte de la episódica casualidad del deporte de no ser porque su destino -y no es una metáfora- ya estaba escrito. Fue gestado en la bautizada como Cueva Nerd de las oficinas del club texano, donde, frente a ordenadores, pizarras y algoritmos, se reúnen investigadores, científicos, físicos, un consultor financiero (Jeff Luhnow) y su mano derecha (Sig Mejdal), un ex trabajador de la NASA que llegó a ganarse la vida como crupier de Blackjack.

(Ver noticia original)

Términos como “Big Data”, “Business Intelligence”, “ERP (Enterprise Resource Planning)” o “Data Warehouse” empiezan a asomar con mayor frecuencia en nuestro entorno, pero parece que estas tecnologías son solo aplicables a grandes empresas multinacionales o gigantescas organizaciones y su implantación es inasumible para una empresa como la nuestra. Nada más lejos de la realidad.

De un tiempo a esta parte hemos dejado de sorprendernos cuando un camarero nos toma nota del pedido en una Tablet, un transportista nos cuenta que, es capaz de saber dónde se encuentra cualquiera de sus camiones y a que velocidad circula o cuando al intentar comprar un pantalón el dependiente nos dice que en esa tienda no hay de nuestra talla, pero, tras revisar su “caja registradora” tienen alguno en el establecimiento de la ciudad de al lado.

Estos son algunos simples ejemplos de la cantidad de datos que puede llegar a almacenar el más simple de los negocios; De hecho, la mayoría de las empresas suelen tener más de una fuente de información. Los avances en esta materia, especialmente en los dos últimos años, nos permiten que toda esta cantidad ingente de datos pueda ser tratada, seleccionada, organizada y puesta al servicio del empresario con el objetivo de ser pieza clave para conseguir un acertado análisis empresarial.

Aunque pueda parecer de una tremenda complejidad ,actualmente se puede conseguir con “cierta” facilidad y a un precio perfectamente asumible por cualquiera.

Definitivamente “los astros” están bastante más cerca de lo que pensamos.

Pedro Guerrero Alcalá
Colaborador en Lealtadis Consultoría Estratégica.
Socio Director de Diligenta Auditores.