Son numerosos los recién licenciados en DERECHO, y muchos de ellos los que optan por lanzarse y montar su propio despacho. En cada esquina de cada ciudad, se asoman varias placas de despacho de abogados.
No obstante, el resto de esos estudiantes de DERECHO sueñan con entrar en un bufete de renombre y quizás llegar a ser socio del mismo. Hoy en día, ¿ser socio de una firma de prestigio es el sueño de la mayoría de los abogados junior que empiezan en el mundo laboral?
Tradicionalmente y aún más en la cresta de la ola de la economía, la carrera del abogado para ser socio en los prestigiosos bufetes estuvo bien definida y fácilmente realizable. Se basaba principalmente en el paso del tiempo y la excelencia jurídica. Además, entre 2003 y 2007 todo fue viento en popa. España iba bien. Las operaciones fluían y los despachos hacían caja tras asesorar millonarias operaciones. Por ejemplo, el sector aumentó en 2007 un 16,17%. Parecía que nada alejaría a las firmas de los dos dígitos de crecimiento.
Así, en este escenario, se hicieron socios a muchos abogados. Algunos con poco más de 30 años de edad.
Hoy en día, tener unos conocimientos técnicos brillantes ya no es suficiente para que un abogado pueda completar su carrera profesional.
¿Cómo un abogado puede conseguir llegar a ser socio en su organización o en otra estructura? CALIDAD Y EXCELENCIA son la esencia y el matiz diferenciador del trabajo bien hecho, y reflejo de una sólida formación. Los socios que más autoridad y reconocimiento tienen, son los que reúnen una formación técnica excepcional y una serie de actitudes extraordinarias que les hacen ser confiables, atractivos y profesionales excelentes para sus compañeros y clientes.
Llegar a ser socio de un bufete requiere que aquel abogado ambicioso por llegar a pertenecer a la cúpula directiva, tenga ciertas habilidades que todos no tenemos.
Pero no nos equivoquemos, ante el panorama económico actual, un aspecto determinante para llegar a ser socio es la generación de cartera de clientes, lo cual es consecuencia de la capacidad de liderazgo del letrado, de unos dotes comerciales excelentes, un manejo perfecto de las nuevas tecnologías, y una formación adecuada en la internacionalización de los despachos de abogados a la que nos enfrentamos en los últimos años.
Entrar en ese exclusivo club es difícil, requiere mucha dedicación, entrega y sobre todo “resultados”. Como lo hemos podido conocer, una situación profesional que desde fuera puede parecer idílica, no es fácil y conlleva, en este mundo en constantes cambios, reunir las cualidades enumeradas anteriormente, y un poco de suerte.
Valérie Hinarii Taiaapu.
Jefa Departamento de Administración.
Lealtadis Abogados.